Hoy por la mañana nos levantamos a las ocho en punto y a Cristian y Eita les tocó mantenimiento. Por
lo que a las ocho y cuarto tenían que estar en la cocina preparando el desayuno
y las mesas para las demás personas.
A las nueve repartimos los tajos: a Laura
le tocó limpiar la depuradora y las hierbas malas, a Lorena y a María les tocó
hacer un muro y mirar lo que gastábamos
de electricidad, a Cristian les toco limpiar las habitaciones y a Eita hacer la
comida. A las once y media como siempre tomamos un aperitivo. Más tarde a las
doce cada uno fue a el taller que habíamos repartido ayer. La verdad es que
fueron bastante entretenidos y nos lo pasamos muy bien, obtuvimos diferentes
resultados desde cacao para los labios, cestas, mascarillas para la cara y
hasta un delicioso pastel de manzana que comimos de postre en la comida.
Sobre
las cuatro empezamos el proyecto de centro donde Bea y David nos dieron la “pista” para empezar la gymkana.
Aquí Laura se picó porque no la entendía (era difícil de pillar, por otra
parte). Mientras escribimos esto Bea nos dijo una nueva expresión en Aragonés
”China Chana” que significa poco a poco.
Ahora mismo estamos esperando para ir a merendar. Después iremos a un juicio en
la que a una mujer se le acusa de bruja, en la que un grupo le tocará
defenderla y a otro grupo le tocará atacarla. Más tarde iremos a cenar para
después contar, como todos los días, la historia de miedo que crea cada grupo.
Por fin después de todo esto ducha y para la cama, que acabamos cansadísimos
todos los días.
No hay comentarios:
Publicar un comentario