Después de desayunar, recoger, y preparar las habitaciones para los nuevos bubalienses que llegan el domingo, a nosotros nos toca despedirnos.De todos y todo. Atrás dejamos a Raúl y a Nuria, a Montse, a Jesús o Carmen. A mis dos hijos Elisa y Lucas. También dejamos a Fina, nuestra querida cocinera, y aquel otro de cuyo nombre nunca me enteré de lo difícil que lo decía. Siempre lo recordaré como el china chana de Búbal. Adiós al chucho bucho y a su fiel Logan. Adiós Bubál.
Después empezó nuestra despedida con los otros compañeros, y nos empezamos a liar un poco, que si te doy dos besoos, que mejor un abrazo, que no es para tanto, que cuidado no me roces no sea que la gente piense...total que para un besito de nada estuvimos 20 minutos...M...
Después de 5 minutos...gasolina...
Después de 15 minutos ...¿dónde estamos?..
Que el acompañante vaya delante...
que se perdió..
Después de 35 minutos nos para la Guardia Civil..Ayayayyy.. ¿Venís vosotros con un chico que va en un Mercedes?????
En fin, que el que va a Búbal nunca quiere volver.
El viaje fue tranquilo, hasta que a Laura se le ocurrió preguntar que cuándo parábamos, que se hacía pis..Pues toma mamola, pastillas de goma. De repente el bus se llenó de meonas, y tardamos 50 minutos en encontrar un área de servicio( con servicio incluido). La Ley de Murphi se cebó en este caso.Por cierto os invito a que investiguéis sobre el tal Murphi, que existió de verdad.
A la hora del té , en Ribadesella.
Un placer haber viajado con todos vosotros. Nos vemos en lunes en clase.
A descansar un poquito.
Un placer haber viajado con todos vosotros. Nos vemos en lunes en clase.
A descansar un poquito.
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